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23 ene 2013

Noveno capitulo. "Un comienzo, un fin"


Mis disculpas a todos por la tardanza del noveno capitulo, espero que lo disfruten, un saludo a todos. Gracias por leerme.

Capitulo 9. “Un fin, un comienzo”


Era de estaba bien entrada la noche después de las palabras de ambos, de Daniel y Shara.
Dani estaba cansado y con los nudillos doloridos, y Shara no tenía sueño porque a la mañana siguiente se marcharía y en parte no quería irse y no volver a ver nunca a Dani, era lo que menos deseaba en su vida, es más, no sabía porque algo le llamaba la atención de él.

-Dani.. -Susurró ella aun abrazado a el mientras notaba la cabeza de el apoyada en su hombro con delicadeza.
-¿Sí... ? -Respondió en un hilo de voz este.
-¿Quieres que esta semana que viene venga a verte al pueblo?. Se lo podría pedir a mis padres con al escusa de visitar a tus abuelos... Y así podría verte. -Dijo despacio Shara.
Tras escuchar aquello Dani simplemente asintió con la cabeza con lágrimas en los ojos y con una gran sonrisa en la boca.
Shara notó aquellas lágrimas y uno de sus suspiros y entonces susurró.
-No me llores tu tontorrón...
-Es que nadie hizo eso nunca por mi... Y menos una chica... -Susurró Dani.
-¿Qué pensabas?, ¿qué me iba a ir y no volver a verte nunca... ?. No, no podría hacer eso ni aunque quisiera... -Se le escapo ya casi aquella última frase a Shara.
Al oírlo Dani se separó de su hombro y sin soltarla le miro a los ojos intensamente mientras se perdía en ellos, en los ojos de Shara que tanto le llamaban la atención.
-Shara... Se que te sonará raro... Y se que hay mil chicos mejores que yo en todo por todo el mundo... Pero... -De golpe se calló un instante pero armándose de valor lo soltó aun suponiendo que ella le diría que no.- ¿Me dejarías... Conocerte más poco a poco?.
No sabía que responder, la verdad es que muchos chicos habían intentado ligar con ella y todos le demostraban que solo quería una cosa, pero Dani precisamente, que le era tan extraño y a veces le daba tanto miedo cuando hablaba de su pasado... Era algo muy extraño, una parte quería decir que sí, pues tenía la sensación de que sentía algo o algo le llamaba la atención de él. Por otro lado no quería decirle que si, porque se había comportado como un animal con Aidan y era tan misterioso para ella que tenía miedo de descubrir que el Dani que ella conocía hasta el momento fuese un chico como los demás, un bruto, un salvaje y un salido que va intentando pillar cacho importándole una mierda los sentimientos ajenos.
-Yo... -Susurró Shara mirándole a los ojos sin cesar y sin saber que responder le aun.- Yo es que la verdad Dani...
-Da igual... Se que ibas a decir que no de todos modos... Pero me gustaría poder ser tu amigo al menos... Eso para mi sería mejor que cualquier otra cosa la verdad... -Le cortó de golpe Dani hablando casi en un hilo de voz y algo tembloroso.
Al ver como reaccionaba Dani y lo que le decía no pudo contener una sonrisa y una pequeña lágrima. No podía ser que el Dani que conocía fuera un bruto en realidad, no podía ni quería creerlo y el hecho de que fuese tan misterioso, aunque le diese miedo le daba más ganas aun de conocerlo.
-No Daniel, no... -Susurró despacio sin apartar la mirada.- No quiero ser solo tu amiga... De acuerdo... Conozcámonos más, pero si no es lo que esperábamos o lo que queremos al final... Dejémoslo en una bonita amistada, ¿vale?.
Dani al oírlo la abrazó con fuerza y se le escaparon una lágrimas de nuevo sin poder contenerlas. Eso significaba mucho para él, demasiado.

Pasó un rato desde que estuvieron abrazados y al final fueron al salón a ver la televisión, aunque poca televisión vieron, ya que al rato se quedaron abrazados y al cabo de unas pocas horas ambos se durmieron sin más con una sonrisa abrazados en el sofá.
A la mañana siguiente la primera en despertar fue Emma. Al levantarse a la hora de las nueve de la mañana y ver que no estaba su amiga en la cama, ni parecía que hubiese dormido hay se levantó algo intrigada. Le dolía la cabeza y por lo visto se había resfriado por el frío de la tarde de ayer. Se puso el calzado y salió arrastrando los pies y abriendo la puerta con desgana, con el pelo revuelto, unas ojeras pequeñas de cansancio y los ojos algo rojos de llorar.
Iba a dirigirse a el piso de arriba, a ver si estaba en la habitación con Dani, pero no le hizo falta, porque para su sorpresa encontró a ambos dormidos aun en el sofá abrazados.
Al ver la escena se le escapó una pequeña sonrisa y decidió no molestar a ninguno de los dos, fue a la cocina y se tomó unas pocas galletas y unos tragos a un vaso de leche caliente que no acabó de beber. La verdad es que ella no habría desayunado nada porque no tenía ganas ni de comer, ni de arreglarse, ni de salir, ni de hablar... De nada. Pero el ver a su amiga feliz le hizo olvidarse un poco y pensar que tenía que cuidarse algo más, que no merecía la pena tanto sufrimiento, puesto que el no comer no le iba a devolver al chico del que se enamoró y que ahora se convirtió en un borracho con unos celos excesivos.

Dani despertó sobre las diez y media de la mañana, al ver a Shara en sus brazos acostada en el sofá junto a el se sonrojó ligeramente.
-Buenos días princesa. -Le susurró al oído lentamente.
Shara esbozó una sonrisa amplia, y al poco entreabrió los ojos notando que Dani se iba a levantar y dejarla en el sofá sola durmiendo.
-No... No te vayas... -Susurró con una dulce voz y con sueño aun.- Quédate conmigo... No me sueltes todavía...
Al ver y oír aquello no se separó ni un instante de ella y se sonrojó bastante. La abrazo más a si y le besó la mejilla despacio.
-No lo haré princesa... -Susurró Dani.
-Dilo de nuevo... -Dijo en un hilo de voz Shara.
-Princesa. -Dijo flojo Dani, casi en un susurró en su oído.
-Me encantas... -Susurró medio dormida aun Shara.
Dani que estaba a su espalda, abrazado a ella desde atrás se movió un poco y Shara junto a él también. Se giró para tenerlo de frente y estaban muy cerca los rostros de ambos.
-Tu si que me encantas Shara. -Susurró Dani acercando de despacio a los labios de Shara a la vez acariciaba una de sus mejillas y entrecerraba los ojos sin perder aun de vista los suyos.
Shara acabó por cerrar sus ojos y acercarse nerviosa y despacio a sus labios para besarlos, pero de golpe interrumpió Emma en la sala.
-Bueno parejita, dejarse los besos para otro momento. Hora, ¿quieren hacerme caso que estoy delante.?.
Al darse cuenta de la presencia de Emma que parecía que sentía una mezcla de incomodidad y de picardía para picarlos con aquella frase, ambos se separaron de golpe bastante sonrojados. Dani estaba nervioso y con un rojo intenso en sus mejillas que se le delataba al ser tan pálido de piel. Shara tenía una sonrisa tonta en su boca y aunque estuviese sonrojada aun estaba algo atontada por lo que casi ocurrirá hace unos instantes.
-Bueno, ¿os vais a mover o no?. ¿Qué os necesito en la cocina tortolitos mios?.- Dijo algo burlona pero de buena manera Emma.
-Si... Ya vamos.- Se levantó mientras lo decía Dani acariciando la mejilla de Shara un instante.
Shara se levantó tímidamente despacio y casi buscando al mano de Dani para cogérsela, pero por una mezcla de timidez y de pensar que quizás sería mucho pedir para el no lo hizo y ando hasta la cocina tranquila, detrás de Dani y Emma.

Al entrar dentro de la cocina observaron que había una ventana rota, por lo visto una de las ramas del patio posterior, por el viento, golpeó con fuerza la ventana y rompió el cristal. Evidentemente Emma había barrido los cristales con la escoba, pero la ventana no estaba en buen estado a Dani le iba a tocar ir a por una sierra para cortar la rama y quitar la ventana rota para pedir otra nueva, lo malo era que en el pueblo en el que estaban no había muchos sitios en los que comprar y para cosas así había que ir a la ciudad, por lo que Dani se dedicó a pensar antes que hacer, porque con al ventana rota, si alguien se colaba podría entrar en casa perfectamente por la cocina que era lo que más le preocupaba.
Shara ayudo a Emma a recoger y limpiar y dejar algo despejada la zona de la ventana afectada por la rama y Dani con al sierra salió al patio para cortar la dichosa rama.

Pero todo iba a cambiar de golpe de un instante a otro, porque Shara sabía que su hermana estaba de vuelta y quería estar más rato con Dani,ya no quería marcharse. Echaba de menos a sus padres y su familia, pero no quería dejarle solo.
Cuando Dani entro con un poco de sudor en la frente de serrar la gran rama que se había quedado en al ventana sacó la rama por esta a dentro de la cocina y resoplando.
-Listo. -Dijo enérgico Dani.
-Bien, pero ahora tenemos que ver que hacemos con la ventana. -Dijo Emma algo preocupada abrazándose al brazo de Shara, en parte para que ella no se fuera a abrazar a Dani y en otra parte porque era costumbre en ella hacia su amiga hacerlo.
-Pues si... -Respondió pensativo Daniel.
-Yo sugiero que vayamos al centro del pueblo y compremos un pestillo o algo para ponérselo en al puerta que da a la cocina... De manera provisional mientras se encarga le cristal claro. -Explicó con tranquilidad Shara.
-Me parece una buena idea. -Dijo Dani tranquilo.
-¿Y quién va al centro del pueblo a comprar si nosotras no conocemos nada...?. -Soltó de golpe Emma.
Dani se veía venir un poco aquellas indirectas, por lo que con tranquilidad se acercó a Shara, le besó al mejilla y le dedicó una sonrisa saliendo de la cocina.
-Ya voy yo solo a comprarlo.- Dijo Dani desde el pasillo y saliendo por la puerta de la calle a esta para salir a la calle e ir a la tienda.
Shara sonrió por el beso pero luego miró a Emma algo más seria.
-¿Pero qué te pasa Emma...?.- Dijo algo borde.
-Esto... Eso lo tendría que decir yo, ¿no crees?. -Respondió a la defensiva.
-Pues no se que decirte... Me pidió al oportunidad de conocernos más... Intento aprovechar el tiempo porque hoy mismo nos vamos por la tarde y tu a separarnos... -le dio la espalda sentándose sobre la mesa.
-Es un bruto de mierda... Si, es muy majo, lo reconozco, pero ayer demostró ser como los demás... Y encima le golpeó a Aidan... - Susurró Emma.
-¿Qué golpeó a Aidan?. Pues si y no me pareció bien, pero, ¿sabes que te digo?. Que se joda el Aidan del capullo... ¿Por qué le golpease y nos defendiese te vas a poner así?. ¿Tengo qué recordarte todos los insultos y golpes que te ha dado el estos meses y veías llorando a mi?, ¿ o ahora se te han olvidado...? -Respondió duramente Shara.
-Ya... -Dijo cabizbaja y en un hilo de voz Emma.
-Perdón... -Musitó Shara al ver que se había pasado un poco.
-No pasa nada... -Susurró Emma y se acerco a su amiga, y Shara al ver esto se levantó del al mesa y la abrazó.

Un coche se acercaba despacio hasta la puerta de la verja, y ambas lo escucharon.
Serán los amables ancianos y Emily”. Pensaron ambas, pero el coche no era el de ellos. La cerradura se abrió, por lo visto alguien tenia llaves de la casa y no lo sabían, pero ambas se asustaron al estar solas y no estar Daniel en casa. Emma se quedó en la cocina mientras Shara cogía la sartén que había cerca de la encimera de la cocina y salía al pasillo.
-¡¿Quién eres?!. ¡Responde!. -Dijo Shara agarrando con fuerza la sartén.
La puerta se deslizó lentamente y dejo paso a ver al figura de un chico. Era alto, delgado pero bien ejercitado, como si fuese atleta. Su pero era de un color castaño negruzco y sus ojos de un color azul cristalino. Su peinado era corto pero con una pequeña elevación a modo de tupé moderno del momento y vestía una camiseta gris algo ajustada y unos vaqueros desgastados.
-¿La pregunta no sería mejor quién demonios eres tú y que haces con esa sartén en las manos?.
Las dos se quedaron algo sorprendidas pues su cara se parecía a la de Daniel y por lo visto no era mucho mayor que este.
Pero, ¿quién sería?. Esa era la cuestión.